Entrevista Manuel Torres “DESPERTAMOS CON TRES PRESIDENTES: UNO DE PUESTO, UNO GOLPISTA Y UNO FABRICADO”

Publicado en por Radio Progreso

Al cierre de la jornada electoral de este domingo 29 de noviembre, Radio Progreso conversó con el periodista y analista político Manuel Torres, sobre los pronósticos cumplidos acerca de las votaciones, el papel de los medios de comunicación al servicio del régimen de facto y las tareas del movimiento social hondureño en este nuevo escenario, a continuación transcribimos la entrevista.

 

¿Cuál es tu valoración de esta jornada electoral?

 

Creo que no hubo sorpresas, lo que estaba previsto ha ido ocurriendo, pero siempre con una dosis extra en esta política nuestra tan surrealista, a veces tan folclórica. De hecho, nos vamos a despertar de estas elecciones con tres presidentes: uno depuesto, uno golpista y uno fabricado, porque el triunfo de Porfirio Lobo no se alcanza necesariamente o sólo en las urnas. A mi juicio es un acuerdo o una resolución de los mismos que han controlado el poder y que han planificado todo lo que está pasando.

 

¿Se cumplieron todos los pronósticos?

 

Este es un proceso electoral que va a la inversa de lo que pregona; no es transparente, participativo ni limpio. Aquí no se han respetado las reglas lógicas del juego electoral, porque no podía ser de otra manera al estar enmarcado en un contexto no sólo del golpe, sino por algo que se quiere ocultar en este proceso, que es la evidencia de una democracia electoral fallida.

 

Por eso, cuando escucho en las radio emisoras y a los políticos alabar la presunta transparencia y una supuesta participación masiva del electorado, que yo no la vi en ninguna de las urnas que he recorrido en Tegucigalpa, uno tiene que reconocer que estamos enfrentaos a un ejercicio de cinismo que no abona a una solución a la crisis.

 

Qué valoración haces del papel que los medios de comunicación están jugando.

 

El cerco mediático instalado desde 28 de junio se mantuvo vigente en este proceso. No hay regla profesional y ética que se haya respetado. Es una campaña para exhibirnos una realidad distinta a la que se observa. En Tegucigalpa, la única emisora que mantuvo cierto equilibrio a pesar de las dificultades ha sido Radio Globo, y debimos informarnos por internet, por Radio Progreso...pero se confirma, esta sociedad nuestra transcurre por dos carriles: uno de la realidad y otro de la ficción. Y buena parte de esta ficción se ha construido a través de los medios de comunicación.

 

La forma en que lo han estado cubriendo diarios como la Prensa, El Heraldo, es increíble, se han borrado todas las líneas divisorias entre el periodismo informativo, el periodismo interpretativo y de opinión. Uno lee una nota, incluso los despachos internacionales, hay un primer párrafo del despacho internacional, y en el segundo párrafo se encuentra un comentario de un redactor desconocido del periódico, luego de vuelta el despacho internacional, todo eso se convierte en un argumento de nulidad del proceso electoral. Sin el respeto al derecho a la  información no es posible acudir a unas elecciones, y a mi me parece que, en la defensa de sus propios intereses, van a afectar sus propios intereses.

 

¿Qué valor tienen los resultados de las elecciones en este marco?

 

Nosotros hubiéramos deseado que estas elecciones hubieran sido un principio para encontrar una solución a los graves problemas de Honduras, pero han despreciado esta oportunidad, no hubo debate, propuestas, hay un desencuentro total entre la agenda electoral y la económica y social. A mi me parece que de la manera en que se han comportado, estamos construyendo la prolongación del escenario de la crisis, que tuvo un punto culminante el 28 de junio, pero va a proseguir.

 

¿Y después de las elecciones qué viene?

 

Aquí hay varias preguntas que contestar. A mi no me interesa tanto indagar la respuesta del sistema bipartidista, mi apremio sería conocer la respuesta del movimiento social a esto, cuál va a su agenda, su posición frente al anuncio de Lobo de convocar un diálogo nacional, qué se va a poner sobre la mesa de negociaciones, si se va a buscar el pacto por el pacto, o se va a tratar de buscar asideros para tratar de evitar el deterioro del país. Tenemos que reencontrarnos, cada quien a partir de definir su propia propuesta.

 

La del sector empresarial está clara. La que no tengo clara es la del desde el sector social, porque queramos o no, las elecciones, por muy inválidas que sean, abren otra coyuntura y me temo que la comunidad internacional va a ir cediendo frente a las presiones que hacen para tratar de reconocer lo que ha ocurrido aquí.

 

Sin embargo nuestros ojos no deben quedarse afuera, sino volverse precisamente al pueblo hondureño, que hoy dio una muestra de resistencia y confirmó que su abstención es un referendo, no solo en contra del golpe de estado, sino sobre todo de la necesidad de encontrar un nuevo acuerdo nacional, un nuevo proceso de recuperación de la legitimidad perdida, y de reconstrucción y transformación del país. Tenemos tareas urgentísimas que la clase gobernante debería tener la sensatez de admitirlas: tenemos que reconstruir mínimamente el Estado de derecho, porque lo más grave es la pérdida de la confianza en la población hondureña con respecto a la institucionalidad pública y el sistema político.

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